Los espacios de coworking han dejado de ser una moda para convertirse en un estilo de trabajo consolidado gracias a todas las ventajas que aporta: fomenta las sinergias entre trabajadores, genera un entorno distendido que a la vez facilita la concentración, reduce costes, promueve la creatividad y ¡conecta a las personas!
Hace unos meses nos adjudicaron la construcción de uno de estos espacios para el grupo logístico FRISU.
Aunque el coworking está asociado principalmente a freelances, colaboradores y trabajadores independientes, las empresas también están incorporando dentro de sus oficinas espacios de trabajo y colaboración muy similares al coworking, ya que permite una mayor integración entre los trabajadores con distintas especialidades, facilita las colaboraciones, la creación de grupos de trabajo, y mejora la comunicación.
¿Cómo distribuir un espacio a gusto de todos y sacarle el máximo partido?
Primero hay que pensar que en estos espacios de trabajo se juntarán varios perfiles profesionales con actividades distintas (aunque suelen pertenecer al mismo sector). Por tanto, el diseño de las salas debe ser ergonómico, cómodo y confortable para todos ellos. La clave está en repartir los espacios de tal forma que el trabajo individual no afecte ni aísle de la convivencia con los otros usuarios y viceversa.
Para lograr ese equilibrio lo mejor es recurrir a elementos arquitectónicos como tabiques móviles. Son la opción perfecta para crear salas, dividirlas y modificar el ambiente según las necesidades de los trabajadores. Las mamparas de cristal son otro elemento fundamental en este tipo de oficinas, ya que con ellas se consigue generar espacios que aportan sensación de transparencia, amplitud y accesibilidad, lo que es clave en un coworking donde la comunicación y el compañerismo debe fluir constantemente.
No hay que olvidar los espacios comunes como la cocina o las salas de reuniones. Son el punto de encuentro de todos los profesionales, así que deben ser zonas amplias y transparentes, a poder ser alejadas de los espacios individuales para no molestar a los compañeros que trabajan.
Pero ¿qué debe tener un espacio de coworking para que la magia sea posible en sus instalaciones? Te explicamos las zonas con las que debes contar un coworking y ¡todo lo que no puede faltar!
ZONA DE TRABAJO
Aunque los espacios de coworking sean flexibles y divertidos, no puede faltar una zona de trabajo que cuente con mesas, sillas ergonómicas, buena iluminación y todo lo necesario para que los usuarios puedan concentrarse en su tarea. Es muy recomendable, aunque la zona sea abierta, que cuente con algún tipo de solución acústica que ayude a minimizar el ruido proveniente de otras zonas, como unos paneles divisorios.
SALA DE REUNIONES
Las salas de reuniones, además de utilizarse para lo que su nombre indica, son espacios en los que se suele atender a los clientes, y se disfruta de una intimidad mayor que en otras áreas. Por eso, lo ideal es contar con al menos dos salas de reuniones, que deben estar provistas de un proyector o pantalla digital, una mesa amplia y suficientes sillas. Además, estas salas pueden usarse también para otras actividades, como la formación continua y sesiones de networking.
ESPACIOS DE DESCANSO Y ENCUENTRO INFORMAL
En un espacio de coworking las zonas informales son imprescindibles, en ellas los trabajadores pueden tomarse un descanso, entablar conversación con otros usuarios, e incluso seguir trabajando en sus tareas con las ventajas de un cambio de ambiente.
En estas zonas se pueden incorporar sillones, mesas bajas, puffs, y mezclar diferentes tipos de mobiliarios… ¡Porque en la variedad está el gusto! En esta zona además es recomendable disponer de una máquina de café, y un dispensador de agua.
RECEPCIÓN Y TAQUILLAS DE SEGURIDAD
Resulta muy incómodo tener que cargar con el abrigo y los materiales de trabajo en todo momento… Con unas taquillas los usuarios podrán trabajar tranquilos y disponer de sus cosas en todo momento. Además, así no ocuparán un espacio extra, y podrán concentrarse en su trabajo.
ÁREA DE SERVICIOS
Los baños, una zona para hacer fotocopias e imprimir, y al menos una pequeña cocina, son los tres servicios básicos con los que debe contar un espacio de coworking. No es necesario que estén todos juntos, la distribución dependerá de las características del local, pero no debe faltar ninguno. La cocina puede ser modesta, pero debe contar al menos con un microondas, una nevera, un fregadero, y el menaje necesario para que puedan comer los usuarios.
ZONA PARA COMER
Aunque algunos espacios de coworking utilizan las zonas informales como comedor, es recomendable reservar al menos un par de mesas anexas a la cocina específicamente para comer. Los usuarios estarán más cómodos, el espacio se manchará menos, y se evitará el olor a comida en otras zonas de descanso.
Con todos estos elementos tendrás un espacio de coworking funcional y práctico, en el que se podrán desarrollar el trabajo y los proyectos de manera fluida y confortable.